Por la Dra. Ana Mortimer - Psicóloga educativa e infantil
La música es algo increíble.
Calma a un bebé que llora.
Capta la atención de cualquier niño.
Proporciona oportunidades para que incluso los muy pequeños se comuniquen con un adulto mucho antes de que puedan hablar.
Alienta a los bebés a mirar y a escuchar.
Pero sobre todo, es divertida.
Usted compartirá con su hijo sus primeros momentos musicales desde que lo arrulla, le canta o usa un suave tono musical para calmarlo o comunicarse con él.
Cárguelo en una posición donde el bebé pueda estudiar su rostro y entreténgalo con rimas sencillas mientras lo mece y acurruca.
Toque sus dedos de pies y manos mientras canta o mueva con suavidad los brazos del bebé al ritmo de la tonada.
A medida que su bebé adquiere mayor capacidad de responder, haga una pausa para que él pueda hacer sonidos durante los silencios que usted hace y luego comience una sencilla “conversación de bebé” repitiendo los sonidos que él hace.
Se sorprenderá del tiempo que es capaz de mantenerse haciendo esto y es un paso muy valioso para el aprendizaje de las habilidades comunicacionales que necesitará desarrollar más adelante su hijo.
A los bebés mayores y a los niños entre 1 a 3 años, se les puede sostener y cantar mientras uno baila y marcha al ritmo de la música.
Desde edades tempranas, enséñele una amplia variedad de música de diferentes partes del mundo, ya sea grabada o utilizando su propia voz y ritmo.
Busque rimas que le enseñen a su hijo cosas sobre el mundo, como las partes del cuerpo, habilidades para contar, palabras sencillas de posición como "arriba" y "abajo".
Por lo general, las palabras son más fáciles de aprender cuando están vinculadas a acciones y movimientos.
Pruebe con música y ritmos que reflejen diferentes estados de ánimo durante el día; música suave para momentos en que necesite tranquilizarlo y música rápida cuando requiera que haga algo o se mueva.
Trate de no tener música o la televisión todo el tiempo, o el niño pronto aprenderá a ignorarlas.
Todos mejoramos nuestro canto simplemente cantando más.
A su hijo le encantará lo que usted haga, ¡independientemente de lo bien o lo mal que piense que puede cantar!
Rapear, cantar y hacer rimas habladas sirve tanto para llamar su atención, como para divertirlo.
Haga lo que haga, trate de hacerlo con energía y confianza, manteniendo la experiencia divertida para ambos.
Busque oportunidades de estar en contacto con otros padres y sus hijos para compartir música juntos. Esto permite que los niños se acostumbren a compartir la diversión con un grupo social, mucho antes del preescolar.
La música atrae a todas las edades, por lo que es una actividad ideal para compartir en grupos familiares.
Puesto que la música es tan agradable y llamativa, los niños pueden desarrollar todo tipo de habilidades a través de ella.
Por ejemplo, los enfoques musicales son especialmente útiles para los niños que necesitan un impulso adicional en su desarrollo general, lenguaje o aprendizaje.
También proporcionan un "medio" para la comunicación, incluso si un niño no puede usar el lenguaje.
Para los niños que ya no son tan bebés, pruebe utilizar o hacer instrumentos sencillos de percusión para agitar (maracas), golpear (tambores) o rascar (cuerdas).
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